El origen del Chocolate

El chocolate es uno de los alimentos más consumidos y apetecidos al rededor del mundo, esto se debe a su exquisito sabor y versatilidad. Lo puedes encontrar en su variedad bitter, con leche, blanco, en tableta, bombones rellenos, caliente o frío, y cada una de sus presentaciones, nos entrega una gran experiencia, transformándose en un deleite al paladar.

Se dice que su origen tiene lugar en México, donde el dios Quetzalcoatl regaló, según cuenta la leyenda, el árbol del cacao a los hombres. Pero los últimos estudios confirman que la planta del cacao su domesticó por primera vez hace más de 5.300 años, al norte del Amazonas, en la región sudamericana.

No es hasta el periodo de la conquista en el siglo XVI, que es llevado hasta España, para luego expandirse por toda Europa. Es así que la primera barra sólida es producida en Suiza, empleándose una prensa hidráulica en la extracción de la manteca de cacao, luego llega a Francia y posteriormente a Italia, en donde se trabaja con todas las tradiciones del país, surgiendo las primeras confiterías, cercanos al fin de ese siglo.

En la actualidad, la industria chocolatera se mantiene en constante expansión y reinvención del producto, logrando deleitar al consumidor con nuevas fórmulas, sabores, texturas y diseños, para lograr encantarlo con cada bocado.

El Chocolate y la Felicidad

Mucho se ha escuchado sobre la relación entre el chocolate y la felicidad. Sin duda, entre los beneficios que posee este alimento podemos encontrar una relación directa entre estas dos partes. Según NeuroClass la semilla del cacao posee Triptófano, un aminoácido esencial en la nutrición humana, que cuando se descompone en el cuerpo produce serotonina.

La serotonina es un neurotransmisor, catalogado como sustancias químicas que genera nuestro cerebro para lograr las conexiones entre una neurona y otra. Entre todos los tipos de neurotransmisores existentes, la serotonina, descubierta en 1903, es una de las más importantes y se cataloga en el grupo de excitadores.

En otras palabras, esta se relaciona directamente con las emociones. Se encarga, entre otras cosas, de regular el sueño y los diferentes estados de ánimo. Por otra parte, se le considera como uno de los neurotransmisores importantes debido a que bajos niveles de serotonina en el organismo, se pueden traducir en diferentes trastornos. Uno de ellos sería el trastorno obsesivo compulsivo, como también depresión o pérdida sobre el control de la ira.

De la misma forma, otro de los beneficios de este alimento es la concentración de Teobromina, un alcalode que se encuentra en distintas proporciones en el chocolate. Estas se pueden encontrar en cantidades que van desde el 2% hasta concentraciones del 10% en diferentes productos que desciendan de la semilla.

Esta sustancia se relaciona directamente con la cafeína, por lo que nos entrega propiedades estimulantes, las cuales necesitamos para un funcionamiento óptimo de

nuestro organismo. Esto se debe a que mejora el flujo sanguíneo, entregando una mejor oxigenación en el cerebro y estimulando el corazón.

Una forma de identificar las proporciones de Teobromina y Triptófano en los alimentos que se consumen, es debido a su amargor. Lo anterior se debe a que estas sustancias, al provenir de la semilla del cacao, poseen un sabor amargo. Una razón más para preferir productos y chocolates altos en cacao.

Cuida tu piel con el Chocolate

Durante años, debido a sus múltiples propiedades, se ha hecho uso del chocolate en diferentes ámbitos. Uno de ellos se relaciona directamente con el cuidado de la piel, producto de las Polifenoles que contiene el cacao.
Estas son un grupo de sustancias químicas naturales encontradas en las plantas, cuyas características van desde sus capacidades antioxidantes, hasta antiinflamatorias. Si fijamos la atención en lo que implican los antioxidantes para el cuerpo, podemos establecer que su acción retrasa el deterioro celular, el desgaste y combate el envejecimiento de la piel.

Gracias al consumo y absorción de los Polifenoles por el organismo, este encuentra ayuda y adquiere la capacidad de protegerse de los radicales libres.
Aquello que se considera radical libre, es un término utilizado en química para expresar moléculas cuyos electrones les otorga un gran poder reactivo. Es importante destacarlas ya que son las responsables de atacar al colágeno y afectar la elasticidad de nuestra piel, produciéndose por dos principales razones. El estrés y la radiación solar.
Lo anterior se debe a que los antioxidantes naturales del cacao estimulan las células, promoviendo su regeneración y facilitando su cuidado e hidratación. En razón de lo anterior, es que se recomienda incluir algunas frutas y verduras que entregan beneficios similares.

Los últimos estudios publicados en el “Chemistry Central Journal”, aclaran que el chocolate negro y el cacao, son los alimentos que más altas concentraciones de antioxidantes poseen, así como mayor porcentaje de absorción por parte del organismo. Según los expertos, esto se debe a los procesos a los que se somete el chocolate una vez que se calienta.

Es verdad que ante la presencia de radicales libres nuestro cuerpo genera de forma natural ciertos antioxidantes, pero estos no son suficientes para neutralizar a los agentes atacantes y mantener la piel bajo el cuidado necesario. Un buen aporte a su hidratación y elasticidad, sería la considerada “Supero fruta”, en razón de sus aportes nutricionales. Estamos hablando, claro, del cacao.